
Desde la época prehispánica, el achiote ha sido un fruto muy importante dentro de las civilizaciones humanas, tanto por las características que añade a los platillos, como los beneficios medicinales que brinda, sea ingerido o aplicado sobre la piel.
En el artículo “¿Qué es el achiote y de dónde viene?” pudimos ahondar un poco en la historia de este condimento, así como las varias aplicaciones que tiene en diferentes industrias. Pero, en esta ocasión, conoceremos un poco más a fondo sobre su papel en la industria cosmética, textil y cómo aporta a un desarrollo sustentable de ambas.
Particularidades del achiote
El achiote proviene de la planta Bixa Orellana, también conocida como achiotl. Es una especie de arbusto que se puede adaptar a diferentes climas, tipos de suelo y altitud; sin embargo, se da mayormente en zonas cálidas, especialmente Yucatán y Quintana Roo.
Es un fruto con altos niveles de carotenoides y flavonoides, pigmentos orgánicos que le otorgan los nutrientes y características particulares que convierten al achiote en un superalimento. Y, aunque su uso popular es como ingrediente en platillos para condimentar, también logra cumplir algunas funciones para un desarrollo sustentable en otros ámbitos.

El achiote en la industria textil
La pigmentación que desprende el achiote, el color rojizo-anaranjado tan característico que impregna en platillos tradicionales yucatecos, también se puede utilizar como un colorante natural para textiles. Gracias a su origen, es una variante ecológica para implementar en el teñido de telas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, por lo que es importante encontrar alternativas que tengan un enfoque ecológico y ayude a la sustentabilidad. De esta necesidad han surgido programas de reciclaje en cadenas de moda, donde las tiendas sirven como receptoras de textiles para poder reciclarlos.
Por otro lado, se desarrolló una rama de la industria enfocada en la utilización de pigmentos naturales para teñir fibras naturales, tales como el yute, algodón, lana, seda, entre otras y se pueden obtener de plantas, insectos y minerales. Son una opción viable y ecológica al uso de tintes sintéticos derivados del petróleo que suelen resultar en la contaminación del agua.

El uso del achiote para teñir telas no es una novedad y tanto en América Latina como el Caribe ha sido un uso tradicional que se le da a este fruto, incluso es una práctica común en algunas zonas rurales. Para sacarle provecho como pigmento natural, el polvo de achiote se mezcla con agua para crear una especie de tinte líquido, el cual se aplica sobre las telas y se deja secar.
Colores que surgen al teñir con achiote
A pesar de que el color que puede surgir de teñir con achiote pueda ser obvio, existen factores que pueden variar el resultado, ya sea la cantidad de agua, la humedad del ambiente, el tipo de tela o el método de teñido.
Por ejemplo, si una persona decide utilizar el achiote para tintar sus prendas de color rojo, pero utiliza una concentración media, lo hace a la luz del sol y en un ambiente húmedo, el color que obtendrá será más bien un amarillo-naranjoso intenso.
Las tonalidades entre las que pueden surgir de utilizar este pigmento van entre amarillo suave hasta un rojo oscuro intenso. Pero, como se mencionó anteriormente, los resultados varían según las condiciones en las cuales se tinte la prenda, así como el tipo de tejido. Además, es posible que el color termine desvaneciéndose si no es aplicado de forma adecuada.
El uso del achiote como pigmento natural puede ayudar a reducir el impacto ambiental de la industria textil, siempre y cuando se utilicen técnicas agrícolas sostenibles para su producción y para la extracción del colorante. De lo contrario, algunos métodos pueden generar grandes cantidades de residuos que contaminan el agua y el suelo.

El papel del achiote en la industria cosmética
El colorante del achiote, presente en sus semillas, también es utilizado como un colorante natural para la industria cosmetológica en la producción de productos de cuidado personal como de belleza. Se utiliza para agregar color a los productos por ser una opción segura, puesto que, al ser natural, no cuenta con químicos ni conservantes que puedan tener una reacción con los demás ingredientes en los cosméticos.
Beneficios del achiote en la cosmetología
El uso del achiote dentro de la industria cosmética significa varias ventajas tanto para el medio ambiente, las marcas y los consumidores, todo gracias a sus propiedades.
- El achiote es sumamente suave para la piel, lo que evita que cause irritación, enrojecimiento o inflamación.
- Los antioxidantes naturales que contiene ayudan a proteger la piel, convirtiéndose en un ingrediente ideal para productos anti-envejecimiento.
- Es un fruto muy versátil, permitiéndole ser un ingrediente para cremas hidratantes y lociones, hasta productos para el cuidado capilar.
- Es un ingrediente biodegradable y no tóxico, por lo cual ayuda a las marcas a generar una buena imagen, aportando a un enfoque ecológico y sustentable.
¡Integra el achiote a tu vida!
El achiote, en definitiva, es un fruto multifacético, capaz de aportar a la sustentabilidad en las industrias, así como a nuestra salud. La pasta de achiote de La Anita te permitirá descubrir sus usos de primera mano, ya sea que decidas darle una nueva imagen a alguna prenda e intentes teñirla naturalmente o condimenta tus platillos y recibe todos los nutrientes que ofrece, al mismo tiempo que sorprendes a tu paladar con su sabor.
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