
¿Alguna vez habías escuchado el concepto de “cocina sustentable” o “gastronomía sostenible”? Aunque parezcan sinónimos, la realidad es que son dos términos parecidos pero con enfoques diferentes. Si bien, sus definiciones pueden entenderse por sí mismas, en este artículo te contaremos sus diferencias y cómo puedes implementarlas en tus prácticas culinarias.
Sustentabilidad y sostenibilidad
Como sus nombres lo indican, ambas prácticas se centran en la sustentabilidad y sostenibilidad. La confusión o creencia de que son lo mismo radica, principalmente, en estos términos ecológicos, los cuales, pueden ser intercambiables en algunos casos.
Para conocer las diferencias entre la cocina sustentable y la gastronomía sostenible, es importante saber a qué se refieren dichos conceptos relacionados con la ecología. Por un lado, la sustentabilidad implica un uso responsable de los recursos naturales, preservándolos y conservarlos para las generaciones futuras.
Por otro, la sostenibilidad hace referencia a una capacidad de satisfacer las necesidades a largo plazo. Implica un equilibrio entre aspectos ambientales, sociales y económicos, buscando un desarrollo duradero.
De manera general, ambos conceptos están relacionados con la preservación de recursos. Sin embargo, lo sostenible tiene una implicación más amplia, considerando un contexto económico, social y ambiental; mientras que lo sustentable se enfoca en prácticas específicas.
¿Cocina sustentable vs. Gastronomía sostenible?
Ahora que conocemos un poco más a detalle la relación y diferencias generales entre ambos conceptos, podremos entender mejor a qué se refiere la cocina sustentable y la gastronomía sostenible.
Cocina sustentable
La cocina sustentable se centra en prácticas culinarias respetuosas con el medio ambiente. Desde un uso de ingredientes locales y de temporada, el fomento de la producción orgánica y agricultura regenerativa, así como la implementación de métodos de cocción energéticamente eficientes.
De una manera indirecta, la cocina sustentable también promueve la conciencia sobre elegir opciones alimentarias respetuosas con el entorno. Se rige siguiendo los siguientes parámetros: fresco, local, orgánico, estacional y sustentable.
Gastronomía sostenible
La gastronomía sostenible es definida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la promoción de la diversidad natural y cultural, así como el fomento e impulso de un consumo responsable del medio ambiente. Su papel es tal que en 2016 se designó el 18 de junio como el Día de la Gastronomía Sostenible.
La gastronomía sostenible tiene en cuenta el ciclo de vida completo de los alimentos, desde su producción hasta su desecho, los desperdicios y los impactos asociados. No es un secreto que, al momento de cocinar, pueden haber varios factores que ocasionan un desperdicio de comida. Y es, precisamente, una de las situaciones que se intenta erradicar con esta práctica.
¿Por qué optar por la cocina sustentable y la gastronomía sostenible?
Implementar la cocina sustentable o la gastronomía sostenible, o ambas, a nuestras prácticas culinarias significa una contribución para con el medio ambiente, la sociedad e incluso, nuestros hábitos de consumo.
Hacer un uso consciente y racional de los recursos, apoyar la economía local, respetar los productos de temporada y optar por un consumo orgánico representa múltiples beneficios:
Conservación de recursos
El enfoque de la gastronomía sostenible nos permite aprovechar al máximo un solo producto, sin necesidad de tener un volumen más alto del necesario que puede terminar en desperdicio; sea porque se ha intentado cocinar algo y, como no nos gustó, lo desechamos y volvemos a intentarlo o debido a que un ingrediente ha expirado. Se trata de concientizar el uso y aprovechamiento de los recursos.
Por otro lado, la cocina sustentable nos permitirá reducir el consumo de energía por medio de prácticas que reducen el impacto ambiental. Además, su enfoque en el uso de ingredientes de temporada permite disminuir la demanda de ciertos vegetales o frutas para las que se necesita intervenir químicamente para su acelerar su producción, lo cual no sólo es bueno para nuestra salud, sino que amplía nuestro horizonte culinario, permitiéndonos conocer, probar y aprovechar aquellos que sí están floreciendo de manera natural.
Protección del medio ambiente
Por un lado, la gastronomía sostenible promueve el apoyo económico de la agricultura; mientras que la cocina sustentable fomenta la producción orgánica y la preservación de la biodiversidad.
Dichos enfoques representan prácticas que ayudan a minimizar el uso de fertilizantes y pesticidas químicos que contaminan el suelo, el agua y los ecosistemas.
Mejora de la salud
Ambas prácticas optan por el uso de ingredientes locales y orgánicos, disminuyendo el consumo de carnes y aumentando el de vegetales y frutas, lo que representa una mejoría para nuestra salud, pues significa una ingesta más nutritiva. El aumento de opciones vegetarianas o veganas significa una disminución en los riesgos de enfermedades crónicas, al mismo tiempo que se fomenta una alimentación más equilibrada y natural.
Conciencia y educación
Implementar una cocina sustentable o una gastronomía sostenible permite crear conciencia sobre las situaciones ambientales, promoviendo el consumo responsable, tomando decisiones que disminuyan los impactos ambientales y mejoren nuestra alimentación.
¿Cómo puedo implementar la cocina sustentable o la gastronomía sostenible?
Existen varias opciones para comenzar a implementar la cocina sustentable o la gastronomía sostenible en nuestros hábitos
Para aplicar prácticas de cocina sustentable es necesario tomar decisiones conscientes sobre cómo cocinamos y consumimos alimentos; mientras que con la gastronomía sostenible debemos tener en cuenta la preparación de alimentos y la gestión de nuestros recursos. A continuación, te compartimos algunas prácticas generales que puedes implementar de forma gradual:
- Planificación de comidas: organizarse y planear las comidas con anticipación previene el desperdicio de alimentos que se pusieron en mal estado. Es importante hacer una lista de compras y saber específicamente qué cocinar para la semana y apegarse a dicha planificación, para comprar sólo lo necesario y evitar desperdiciar comida.
- Uso de ingredientes locales: opta por ingredientes locales siempre que te sea posible, no sólo apoyarás a los agricultores locales sino que también ayudarás a reducir la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos de larga distancia.
- Reduce el desperdicio de alimentos: aprovecha al máximo tus ingredientes, puedes utilizar las sobras para preparar diferentes platillos o congelarlas para comerlas después. También puedes compostar los restos y generar abono orgánico.
- Uso eficiente de energía u opciones ecológicas: usa métodos de cocción energéticamente eficientes, ya sea cocinar con tapas puestas, aprovechar el calor residual o implementar electrodomésticos que reduzcan el consumo energético.
- Empleo de envases reutilizables: evita usar plásticos y elige alternativas ecológicas para tus utensilios de cocina, pueden ser de vidrio, acero inoxidable o bambú.
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