Entre la comida y cultura existe una interrelación muy estrecha, en donde una afecta y conforma a la otra. Tienen una influencia mucho más profunda de lo que uno puede creer, pues la cultura se puede ver definida por la comida y viceversa.
Los diferentes platillos ofrecidos por países y culturas revelan una historia social y percepciones del mundo. A través de la comida se puede entender toda una cosmovisión, pues existe una relación simbólica entre los ingredientes y los eventos en los que tal o cual plato es servido.
Diversos factores sociales construyen la relación entre la comida y cultura. Un claro ejemplo son las creencias religiosas que rigen las costumbres de los hindúes, quienes no comen carne por lo que sus hábitos alimenticios van acorde a su percepción del mundo.
Si bien, la globalización y afluencia cultural que existe han permeado en el tipo de comida presente en cada país, sin embargo, nos podemos encontrar con los orígenes de muchos platillos típicos que reflejan una forma de vivir y alimentarse que persiste a pesar de las influencias internacionales. Podemos encontrarnos con recetas cuyos ingredientes se vieron modificados debido a nuevas percepciones del mundo y costumbres.
Identidad de la comida y cultura mexicana
La comida y cultura mexicana son uno de los principales ejemplos de cómo es -y era- la forma de vivir. Dentro de las culturas prehispánicas, la cosmovisión y cosmogonía influyen mucho en cuanto a la alimentación, pues muchas recetas se preparaban a modo de ritual para los dioses, usando ingredientes propios de la región.

Como mencionamos anteriormente, la globalización e internacionalización de muchos ingredientes fueron modificando las recetas originales. Incluso, la conquista española influyó mucho en los cambios de rituales, transformando las costumbres y tradiciones.
Ponemos como ejemplo el pozole, un platillo que refleja el tipo de comida y cultura que existía en los tiempos de los aztecas, pues se preparaba durante un ritual para el dios Xipe Tótec. Esta receta tenía, como uno de los ingredientes principales, la carne de guerreros capturados por las tropas de Moctezuma, el tlatoani del imperio Azteca. Sin embargo, a la llegada de los españoles, se mantuvo la receta general del pozole, pero intercambiando la carne humana por la de cerdo.

Así podemos ver como la comida y cultura mexicana puede haberse visto afectada por una relación con otras percepciones del mundo, pero todavía se encuentran los orígenes de los platillos. Si bien, actualmente el pozole no se prepara con carne humana, pero el resto de los ingredientes originales, se mantiene, reflejando las costumbres de cultivo de sus orígenes.
El hecho de que el maíz, el frijol, el trigo y el arroz continúen siendo granos básicos en la alimentación mexicana conforma la relación entre comida y cultura, a pesar de la influencia que pueda existir a raíz de la globalización de ingredientes.
Comida y cultura española
Así como la cultura española pudo modificar la comida mexicana, ellos también cuentan con una historia que puede reflejar la relación entre uno y otro. Después de todo, la comida y cultura se complementan entre sí, pues la alimentación está condicionada por la identidad cultural.
España logró generar una identidad a raíz de sus técnicas culinarias y sus platillos, pero la percepción religiosa ha tenido un gran impacto en cuanto a la comida y cultura de este país. En la Edad Media, por ejemplo, la iglesia Católica estableció reglas estrictas sobre el consumo de carne durante la Cuaresma y el Viernes Santo, significando la creación de platillos a base de pescado y mariscos, y fomentando el uso de especias e ingredientes como el ajo y el aceite de oliva.

Incluso, a raíz de las costumbres alimenticias, que incluyen una comida bastante fuerte durante el almuerzo, se generó la tradición de una siesta. Esto se dio debido a que, tiempo atrás, los campesinos necesitaban un tiempo para digerir antes de volver a trabajar, originando que, actualmente, algunos negocios cierran un par de horas durante la tarde. Es un ejemplo de cómo la comida ha influido en la cultura.
Sobre Corea del Sur
En Corea del Sur, la comida y cultura se encuentran sumamente influenciadas entre sí, pues la primera es considerada una forma de expresión de la segunda y un arte, llevando a emplatados muy coloridos, con diversas texturas y sabores. Además, tienen una filosofía tradicional de “el cuerpo y la mente son uno”, teniendo en cuenta que si el cuerpo se enferma, la mente igual y viceversa.
Debido a esta percepción, desde tiempos antiguos, los coreanos no sólo comen para alimentarse o llenar el estómago, sino que también para curar enfermedades. Por este pensamiento, se han enfocado en mantener platillos muy saludables, utilizando vegetales, hierbas y otros ingredientes medicinales.
Por otro lado, la filosofía de los elementos, así como del Yin y Yang, influyen en la cultura gastronómica. Para mantener el equilibrio entre los factores, se toman en cuenta cinco colores que debe cubrir el alimento en la mesa: verde, rojo, amarillo, blanco y negro, considerando que, según los antepasados, los efectos visuales colorimétricos estimulaban el apetito, así como la balanza nutricional.

Actualmente, alrededor del mundo existe una influencia muy interrelacionadas entre la comida y cultura de todos los países. A pesar de esto, los hábitos alimenticios de cada uno continúa representando la identidad cultural, reflejando la formación y factores sociales que la construyen.
Ya sea por creencias religiosas o cosmogonías, la comida ha formado parte importante en cuanto a la representación cultural de una comunidad. Así que si tú, como individuo, también buscas expresar tu identidad, no tengas miedo de probar nuevas recetas. La Anita te acompañará con los ingredientes que más necesites, añadiendo un toque de sabor único.
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