El origen del café se remonta tantos años atrás, que actualmente muchos fanáticos de esta bebida sólo saben que viene de un grano tostado y molido. Si eres como nosotros que, al despertar, lo primero que buscas es tomar una taza de café, este artículo es para ti.
A nivel mundial, el café es un producto primario considerado el segundo de mayor valor, después del petróleo. Además de tener una importancia económica y política para muchos países, representando hasta el 80% de los ingresos para algunos países en desarrollo.

El origen del café… ¿inició con un pastor y sus cabras?
Si buscas una respuesta “científica” o más directa, te podemos contar rápidamente que es una bebida derivada de los granos del fruto de una planta llamada Cafeto. Es originaria de Kaffa, una provincia de la actual Etiopía, donde crece de forma silvestre, sin necesidad de cultivarla.
Pero, ahondando más en el origen del café, nos remontamos al siglo XIII, cuando la tribu Galla aprovechaba los efectos energizantes del café. De este país fue introducido a Arabia, Egipto y poco a poco llegó a todo el mundo.
Pero, existe una leyenda que habla sobre el primer ser humano que descubrió estos los efectos de la cafeína, en el siglo IX. La historia cuenta que Kaldi, un pastor de cabras, fue sorprendido por el comportamiento de sus cabras, después de mascar las cerezas del Cafeto. A raíz de esto, Kaldi y el pueblo oromo comenzaron a experimentar con el Cafeto, resultando en la bebida del café.
En contraparte, se ha encontrado evidencia más sólida sobre la bebida del café, como tal, en Yemen. Existen registros del siglo XV que demuestran que en los monasterios sufíes fue donde los granos fueron tostados y molidos por primera vez, preparando la bebida de una forma muy similar a la actual.
Para el siglo XVI, el café y su bebida se habían expandido por el Medio Oriente, África del Norte, Persia y Turquía.
El origen del café causó revueltas, amenazas al orden público y prohibiciones

Con su expansión, llegaron dudas y debates sobre su consumo. En 1511, el emir Khair Bey comenzó a dudar si era una bebida permitida por el Corán, pues prohíbe toda forma de intoxicación. De forma que el emir mandó a cerrar las cafeterías, causando diferentes rebeliones que lo llevaron a cancelar dicha prohibición.
El consumo y entusiasmo por el café llegó a ser tal que una ley turca de la época aprobaba que una mujer podía pedir un divorcio si su esposo no le proveía de una dosis diaria de café.
Incluso, una vez llegado el café a Europa, en 1600, le fue aconsejado al Papa Clemente VII prohibir su consumo, ya que era visto como una amenaza de los “infieles”; pero, en cambio, el Papa bautizó la bebida para que sus seguidores pudiesen disfrutar de ella.
¿Te imaginas vivir en una ciudad donde no te permiten beber café? A pesar de los diferentes puntos de vista sobre su ingesta, actualmente es una de las tres bebidas más consumidas en el mundo, junto al agua y el té.
Un largo camino desde el origen del café
Desde el origen del café a la actualidad, se ha experimentado mucho con su sabor, llegando ahora a tener diferentes preparaciones, como lo son el expreso, cortado, cold brew, latte, entre otros. Incluso, hay algunos que se pueden considerar bastante inusuales.

Café con queso
Este mix es una costumbre de Finlandia, donde a la bebida se le agregan pedazos de queso juustolipä. ¿Por qué no cualquier queso? Bueno, su particularidad recae en el proceso de elaboración ya que se hace con leche de vaca, cabra o reno y, una vez cuajada se mete en un horno para dorarlo.

Café con yema

Es una tradición vietnamita bastante famosa el mezclar café, leche condensada y yema de huevo para tomar. Esto lo hacen a raíz de que el café cultivado en Vietnam es más fuerte que en otros países, por lo que encontraron que la yema de huevo no sólo cambia la consistencia del café, sino que disminuye o suaviza su sabor.
Café con mantequilla
Es una mezcla que ganó popularidad en Estados Unidos, cuando Dave Asprey comenzó a promover esta bebida como un aliado para las personas que se encuentran en dietas bajas en carbohidratos y altos niveles de grasas porque, además, ofrece energía continua para el ejercicio y una prolongada concentración. Sin embargo, esta mezcla lleva consumiéndose desde hace mucho tiempo en el Tíbet, con mantequilla de yak.

¿Te animarías a probar cualquiera de estas diferentes recetas? Si no, no te preocupes que La Anita tiene lo necesario para darle un toque diferente a tu café. ¡Anímate a probarlo con nuestras vainillas! También te invitamos a ver nuestras diferentes recetas en nuestro canal de YouTube y leer los diferentes artículos de interés que pueden llamar tu atención.